lunes, 7 de noviembre de 2011

Tesoros

Cuando era pequeña mi padre me contaba muchos cuentos, muchas historias que escondían mensajes, enseñanzas o consejos. La mayoría de ellos terminaban con una frase "quizás ahora no lo entiendas, pero algún día lo harás" y cuanta razón tenía, con 6 años claro, no comprendía ni la mitad pero con el paso de los años, no sólo no los he olvidado sino que los he recordado y entendido. En éstos relatos me hablaba del mundo, de la historia, de la vida... Hoy quiero compartir un relato que hablaba sobre los tesoros.

Papá decía que todos, todos los seres humanos, somos inmensamente ricos al nacer, que tenemos un gran tesoro, un tesoro más preciado que la mejor joya, más valioso que todo dinero del mundo... ese tesoro es el tiempo.

Concretamente se refería a mi tiempo, es decir, tú tiempo, pues puedes comprar "el tiempo" de otros en forma de servicios, trabajo, asistencia... pero nunca puedes comprar el tuyo propio, no puedes recuperar el tiempo que ya ha pasado por ti. En cambio, si puedes venderlo, gastarlo, compartirlo, usarlo, aprovecharlo, malgastarlo e incluso perderlo.

Aún hoy en día, papá me sigue evocando y recalcando esta premisa... "emplea bien tu tiempo", "aprovecha el tiempo", "no desperdicies tu tiempo", "cuida del tiempo" y muchas veces reflexiono sobre ello, sobre el tiempo, el pasado, el futuro, mi tiempo, mi pasado, mi futuro... y a menudo me pone triste darme cuenta del tiempo que no he empleado como debería o como me hubiera gustado, tal y cómo menciona mi padre, pero quiero enviar un mensaje positivo, para todos y para mi misma... Nunca es tarde, tenemos tiempo para vivir nuestro tiempo, para disfrutarlo, para repartirlo, gozarlo, dedicarlo, organizarlo, utilizarlo y exprimirlo hasta agotarlo sin derrocharlo en vanalidades, ni maltratarlo con pensamientos negativos, ni ahogarlo en lágrimas, ni destruirlo con la desilusión.

Acostumbramos a usar expresiones como "matando el tiempo", "haciendo tiempo", "perdiendo el tiempo" y creo que no deberíamos ni matarlo ni hacerlo ni perderlo, sino vivirlo, amarlo, saborearlo, quererlo, respirarlo, cuidarlo, soñarlo... Al fin y al cabo, es nuestro mayor tesoro.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Soñemos con sueños y anhelos
soñemos con morfeos y deseos
con los recuerdos del tiempo
soñemos, simplemente soñemos
dejando todos los miedos
perdidos en el firmamento

Soñemos por no morir
soñemos para vivir
y soñando lograremos
vivir libres junto al viento
soñando lograremos
amarnos desnudos sin tormentos

Soñar, soñar y sentir
soñar juntos, reir
soñar sin espacios, sin dueños
fusionando nuestras almas
volando a través del tiempo.

martes, 5 de julio de 2011

Quiero...
Vivir en tu boca
soñar en tus labios
abrazarme a tu lengua
emborracharme con el perfume de tus besos

Quiero...
Observarte, contemplarte, admirarte
y perderme en la poesía de tus ojos
descrita por los versos que expresa
tu profunda mirada

Quiero...
Dormirme con los susurros de tu corazón
tu piel mi manta, tu figura mi lecho
y que el silencio te cuente mis secretos

Quiero...
Fusionarme con el calor de tus besos
enredar mis labios por tu cuerpo
regalarte todo mi tiempo
tocar tu alma con mis sentimientos

Vivir un sueño, soñar viviendo...
Te Quiero

martes, 7 de junio de 2011

El Puzzle

Una tarde Sophie y una amiga comenzaron a debatir sobre ese sentimiento / estado / sensación que todo ser humano anhela y busca... la felicidad. Pero, ¿Qué significaba ser feliz? ¿cómo podrían serlo? Tras muchas reflexiones llegaron a una conclusión, el puzzle.

Muchos filósofos, escritores y psicólogos mantienen que una de las maneras de alcanzar la felicidad es disfrutando del presente, siendo "felices ahora" proponiéndote pequeñas metas, viviendo el presente, focalizándote. Sophie había intentado esta técnica en muchas ocasiones sin resultado y un ejemplo sencillo era el helado.

Según este método para ser feliz, o en este caso, disfrutar de un helado debes abstraerte de lo demás, no comerlo simplemente sino saborearlo, regodearte de placer centrándote en su textura, en su gusto, en su aroma... sin difusión. Pero, para Sophie, esto era inconcebible pues mientras tomaba el helado se dispersaba.

Además de pensar en su mantecado y sentir sus exquisitas cualidades en el paladar le era inevitable entrar en un bucle de introspección sobre los helados evocando aquellos otros degustados en el pasado, con su lugar, momento, compañía...También, inconscientemente, contrastaba cómo se sintió en antaño y cómo se sentía ahora, cómo había cambiado ella y su vida desde entonces y si tal vez cambiaría cuando volviera a tener otro mantecado en su mano.

Al contarle esto a su amiga Sophie se dió cuenta que tenía una "mente puzzle" y no una "mente pieza" pues el helado sólo sería una pieza de un todo, de un gran puzzle que necesitaba completo en su interior y aunque pudiera disfrutar de una pieza individualmente eso no podría, por ahora, llamarlo felicidad.

martes, 26 de abril de 2011

Brújula desimantada

Sin Norte ni Sur deambulo con una brújula desimantada mientras las olas de mis sentimientos golpean al corazón. Palabras de agujas, anhelos, inseguridades, miradas indiferentes, gelidez, desamparo, nostalgia, dolor, desesperación, carencias y desamor que despolarizan mi brújula de los sueños. ¿Avanzo o retrocedo? Desconozco la dirección, desconozco mis sueños incluso a mi misma. ¿Quién eres? ¿Quién soy? La brújula está desimantada...