domingo, 23 de noviembre de 2008

Sueños rotos

Pienso que todos tenemos metas, retos que queremos alcanzar y/o superar, en definitiva son anhelos, son sueños... y, creo que, son algunos de estos sueños los que nos permiten alcanzar ese estado máximo de alegria, de bienestar, de plenitud que llamamos "felicidad".

Cuando estás en un sueño, su magia te envuelve, te da vitalidad, parece que todo es posible, te sientes con poder, invencible, feliz... el problema llega cuando te despiertas y caes en la realidad, en la triste, cruel y dura realidad. Como una nube, toda la magia y la dulzura de los sueños desaparece, quedándote un gran abismo amargo.


Yo puedo decir que he soñado, que he vivido sueños preciosos pero también he despertado... y duele, duele ver destruido tu sueño, duele ver como se desvanece y quieres agarrarlo pero se te escapa, te lo arrebatan y no puedes hacer nada... Entonces llega "eso", "eso" que siempre he temido tanto, que aún estando dentro de un sueño tenía presente en mi interior, sabía que en cualquier momento podía ocurrir, que "eso" podría aparecer. "Eso" es la nada, el vacío que queda tras vivir un sueño y, cuanto más intenso y bonito sea el sueño, mayor es el vacío que deja al desaparecer pues lo has dado todo por cumplirlo, por que tu ilusión sea factible y al romperse es como si te quedaras sin nada dentro, sin nada para ti.

Ahora me pregunto... ¿Cómo llenar "eso"? Cómo llenar un vacío que notas infinito, que sientes que será eterno. La gente dice "Siempre quedan los recuerdos" ¿Los recuerdos? ¿Los recuerdos dices? ¿Y? ¿Para qué? ¿Para recordarme lo feliz que era y darme cuenta de lo infeliz que soy ahora? ¿De lo vacía que me he quedado? Por ello me planteo, si son los recuerdos los causantes de que percibas ese vacío al despertarte o si simplemente está y al recordar lo incrementan.

Bueno, vale... me quedo con esos recuerdos, esos momentos que parecen perder entereza e intensidad con el paso del tiempo y entonces te quieres aferrar a ellos con todas tus fuerzas, antes que, como el sueño se difuminen, entonces recuerdas y recuerdas y luego ¿Qué hay? Nada, no hay nada, sólo su vacío porque, al final, son sólo eso, recuerdos....

Siempre he sentido que, de alguna manera, no encajo, que no tengo mi lugar en este mundo ¿Por qué? Pues no lo sé, quizás la culpa sea mía, quizás no he encontrado el entorno adecuado, quizás no me he esforzado lo suficiente o puede que simplemente no lo tenga... Lo que sí sé es que las pocas veces que descubrí mi lugar, que sentía que encajaba era cuando encontraba alguien especial, que me daba mi lugar, que me entendía, que me hacía sentir especial, que me hacía soñar y entonces me sentía fuerte, con ilusiones, con ganas de vivir, con algo por lo que luchar pero cuando despierto y vuelvo a caer, caigo y caigo porque no tengo mi sitio, perdí mi punto de apoyo, mi unión entre el sueño y el mundo, mi razón de existencia, mi "tela de araña" que me retenía y no me dejaba caer... tenía mi lugar pero, las telas de araña se rompen tarde o temprano, desgraciadamente no son eternas aunque yo me desviva por hacerlas de un material indestructible, romperá y yo caeré con ella.

Lo peor de todo es que me he dado cuenta de que sólo son parches, parches a los que me agarro y me entrego al máximo para escapar del mundo porque me da miedo, porque no me gusta, porque me causa dolor, porque más que realidad es una pesadilla y quizás tengo que aprender a volar en el mundo que vivo, a no caer, a no necesitar más cuerdas, mas telas de arañas que se rompan, a ser fuerte, a mirar por mi misma, a ser autosuficiente pero... ¿Es realmente lo que quiero? ¿Seré así feliz? Creo que yo no soy feliz sin mi tela de araña, sin un sueño, sin mi "burbujita de color de rosa", sin mi persona especial pues nada tiene valor si no la tengo conmigo para compartir mi vida y quizás sea inmadurez o cobardía pero este mundo no me aporta nada y sólo cuando sueño, cuando tengo a esa persona especial a mi lado me siento realmente libre y feliz.


Ahora que he despertado, que he caido, lo único que deseo es recuperar mi sueño pero es imposible y cuando logre dormirme quizás consiga entrar en otro sueño, con otra persona y ahora pienso ¿Para qué? ¿Para volver a despertar? ¿Merece la pena? Ganas muchísimo pero luego pierdes tanto, lo pierdes todo. Me entristece, es tanto el sufrimiento de la caída que ya no tengo fuerzas ni valor para soñar de nuevo pero tampoco para estar despierta ¿Qué hago? Pues espero... ahora simplemente espero sin fuerzas, espero algún día encontrarme, tener mi sitio no sé si despierta o en un sueño.

Cada persona tiene su sueño/s, pienso que hay tantos sueños como personas, pues hay sueños superficiales, sueños profesionales, sentimentales, materiales, espirituales, sueños desesperantes, sueños atrevidos, dulces, divertidos, alocados, sueños egoistas, sueños altruistas, reales, idealistas y una gran lista pero sin duda pienso que los peores, los más dolorosos son los sueños destruidos, los sueños rotos... y tú ¿Con qué sueñas?

3 Sueños:

Edgar León dijo...

Qué alegría encontrarte por la blogsfera y que escribas así de bien. Supongo que lo que caracteriza a los sueños es que no son más que anhelos que a priori parecen inalcanzables, pero lo mejor de todo esto es que pueden llegar a hacerse realidad, así que mejor no dejar de soñar, que nunca se sabe con qué sueño se tendrá la fortuna de la materialización.
Me hago tu seguidor, un besazo!

Anónimo dijo...

No hagas como yo y dejes de caminar. Lo importante no es el destino,es el viaje...Cuando sales con alguien para visitar algun sitio,lo interesante no es visitar el sitio,sino el viaje ke compartes. Cuando recordamos algo k hicimos, SIEMPRE hablamos o recordamos el viaje no el fin.

Olvida el destino...

Loren dijo...

creo que todos tenemos sitio en este mundo, es cierto que en ocasiones nos sentimos como fuera de sitio, pero es cuestion de tiempo entrar a formar parte de ese algo que todos formamos .
Me ha gustado mucho tu blog, te linkeo y te agreo a la lista de blog que visito.
Muchos besos wapa¡